El futuro de España y de Europa (II)

Narrativas para romper Europa en la crisis del COVID19

Maite Pagaza
24 min readMay 26, 2020

Vídeo completo del webinar con Javier Lesaca, Maite Pagaza y Maite Rico

Vídeo completo del webinar

https://reneweuropegroup.eu/en/

Este artículo es una transcripción completa del Webinar de presentación del informe “Narrativas para romper Europa en la crisis del COVID19” celebrado el 25 de junio de 2020.

Maite Pagaza

Conozco a Javier Lesaca desde hace muchos años y ha sido tremendamente generoso. Javier nos ayudó cuando hicimos el proyecto del “Libro blanco y negro del terrorismo en Europa”. Su ayuda fue clave para que muchos diputados europeos, periodistas e incluso miembros de la Comisión Europea conocieran el trabajo.

Al inicio de la crisis del Covid, en el momento de mayor confusión, peleando para que no nos paralizase el pánico en el Parlamento Europeo. Tras el momento de shock el Parlamento se puso a funcionar y nosotros inmediatamente nos dimos cuenta de que en esos días de mayor vulnerabilidad existían muchos más elementos de propaganda falsa y que nos llegaban por redes sociales.

En cuanto intuimos las circunstancias, le pedimos a Javier que investigara y ha hecho un magnífico trabajo que ha superado nuestras expectativas muy ampliamente, que nos da luz y que es coherente con lo que ha presentado la Comisión Europea. Sabíamos que estaban trabajando sistemáticamente -sobre todo desde el año 2018- en la cuestión de la injerencia extranjera de la desinformación. Nosotros hemos analizado también otro tipo de amenazas, internas, que entran en el ámbito de la Comisión especial contra la desinformación del Parlamento Europeo que se pondrá en marcha. Analizaremos cuál es la parte de amenaza interna que tienen nuestras democracias por la producción masiva industrial de mentiras.

Javier Lesaca

En primer lugar quiero aclarar que este informe estaba basado en indicadores. Hemos hecho una selección de 65 fuentes digitales que tienen unas características muy concretas que las hacen potencialmente desinformativas, ubicadas tanto en países europeos como en países de fuera de Europa. Creo que es una muestra representativa que nos ha permitido obtener una unidad de análisis de más de 311 contenidos digitales potencialmente maliciosos contra la Unión Europea.

Uno de los primeras conceptos que me gustaría dejar claro en esta investigación es que, cuando hablamos de desinformación, entiendo este fenómeno como algo que va mucho más allá de las noticias falsas. Es decir, yo puedo desinformar diciendo noticias verdaderas.

Si genero una página web en la que solamente informo de noticias verdaderas sobre crímenes que cometen personas migrantes en Europa, estoy desinformando porque, aunque todas las noticias sean verdaderas, estoy creando una agenda de manera falsa con un ánimo de criminalizar o de generar una agenda negativa sobre un colectivo concreto. Se puede desinformar con noticias verdaderas.

Creo que la desinformación -en base a mi experiencia analizando este tipo de fenómenos durante más de cuatro años- tiene cuatro pasos muy claros. Es un fenómeno que tiene cuatro etapas que tienen un componente político, una intencionalidad política muy clara de desestabilización de estados o de instituciones formadas por estados. En este caso, la Unión Europea.

Metodología de la desinformación

El primer paso para hacer una campaña de desinformación sería analizar las vulnerabilidades que tiene el adversario político, en este caso la Unión Europea. La desinformación no crea crisis de la nada sino que lo que hace es alimentarse de crisis orgánicas que van viviendo los Estados o los conjuntos de estado, las instituciones que se quieren atacar o que se quieren desestabilizar.

En base a estas vulnerabilidades que se detectan, se crean una serie de narrativas transmedia -que pueden ser ubicadas en diferentes plataformas o contextos- con un hilo en común, que lo que hacen es potenciar esas vulnerabilidades. Lo que decía sobre los inmigrantes, lo podemos trasladar al Covid. Si creo una fuente digital en la que solamente informo de lo mal que lo está haciendo la Unión Europea sobre el Covid, puede ser que esté constantemente diciendo verdades, pero tengo un ánimo desinformativo o malicioso en el uso de la comunicación.

Después, este tipo de narrativas se insertan en una red de medios propios que se crea específicamente para la campaña de desinformación. Por tanto, la desinformación está muy vinculada a la creación de redes o de medios que no están vinculados a los medios de comunicación tradicionales, si no que sacan nuevos medios que los ciudadanos no perciben como medios sino que perciben como medios de calidad. Por eso es importante hacer campañas o sensibilizar a la opinión pública sobre la calidad de los medios de consumo.

Finalmente, el último proceso sería el uso automatizado de las redes sociales. Una vez que estas narrativas están insertadas en estos medios propios, se utilizan de manera automatizada las redes sociales.

En este estudio analizamos la parte inicial de este proceso: el análisis de la vulnerabilidad y la creación de esas narrativas que tienen como origen desestabilizar un país o una institución, en este caso la Unión Europea.

Hemos seleccionado 75 plataformas digitales potencialmente desinformativas en Europa, EEUU, Rusia, Irán, principalmente. Se han analizado más de 5.000 contenidos potencialmente maliciosos. De esos 5.000, 311 tienen como objetivo desestabilizar o dar una imagen negativa de la Unión Europea, fomentar contenidos euroescépticos.

Así, la primera pregunta del análisis quedaría respondida con este dato, ya que se está utilizando la vulnerabilidad social, política y de salud que está generando el Covid para desestabilizar Europa. Se puede observar cómo hay una serie de narrativas en el contexto del Covid que tienen como objetivo dañar a la Unión Europea.

Es muy interesante ver que el número de narrativas maliciosas contra Europa en el contexto de la crisis del Covid va aumentando exponencialmente conforme avanza la pandemia y, sobre todo, se concentra cuando hay una vulnerabilidad muy específica en la tercera y cuarta semana de abril, cuando se produjo ese primer fiasco inicial y los países de la Unión no se pusieron de acuerdo para ayudar a los países más afectados, Italia y España.

Evolución de las narrativas antieuropeas y euroescépticas en las primeras semanas de la crisis del COVID-19

Esa doble vulnerabilidad, con la crisis de salud y la crisis política, fue el momento pico en el que se generaron mayor número de narrativas euroescépticas o contrarias a Europa por los medios potencialmente desinformativos. Podemos objetivar que la desinformación es un fenómeno de oportunidad. Conforme vamos abriendo vulnerabilidades, automáticamente estas plataformas, estos medios, estos agentes ocultos aprovechan para romper el proyecto de la Unión Europea.

La segunda pregunta sería qué tipo de vulnerabilidades de Europa se están utilizando para fomentar este tipo de pensamientos euroescépticos y es muy curioso porque hemos agrupado las 311 narrativas potencialmente maliciosas contra Europa en 9 subcategorías.

La primera sería toda una serie de narrativas que fomentan el debilitamiento interno o la destrucción de la Unión Europea. Después, serían narrativas en las que se destaca la presunta falta de solidaridad entre los socios de la Unión. La tercera, las que fomentan o destacan la presunta ineficacia de salud de la Unión Europea para hacer frente al Covid, sobre todo, en relación a otros países como Rusia e Irán, destacando cómo presuntamente otros países lo están haciendo muy bien y Europa lo está haciendo muy mal.

La cuarta sería las que critican la política exterior de la Unión Europea, principalmente sus supuestas alianzas con EEUU, cómo sigue la agenda de Estados Unidos en su política, por ejemplo, de sanciones contra Irán y Venezuela. La quinta: magnificar la crisis económica europea, con narrativas que hablan de la destrucción del euro, de la destrucción de la economía de la Unión Europea, la destrucción de la cohesión social.

Después, narrativas que comentan la falta de calidad democrática, sobre todo vinculadas a los estados de alarma que han impuesto los países, en las que se destacan, por ejemplo, las acciones de supuestos abusos de la policía, supuestos abusos de multas, negación de derechos y libertades básicos.

Otra subcategoría son las que fomentan de manera explícita los movimientos “pro-exit”, especialmente de Italia y de España, poniendo un foco especial en todos esos movimientos que son abiertamente contrarios al proyecto de la Unión. También tenemos otras narrativas como la crítica al modelo económico capitalista de la Unión Europea o la crítica precisamente a los informes de esa información que hace la Unión Europea. Hablaremos de un fenómeno de “meta desinformación”.

Cuando hablamos de medios potencialmente maliciosos, manifiestan tres características básicamente. Por un lado, tienen una trazabilidad escasa, es difícil saber quién está detrás y cuál es el origen de la fuente. Es difícil ponerse en contacto con ellos: no hay información sobre dónde está ubicada su sede, no hay un correo electrónico, no aparece quién es el autor.

La siguiente característica sería que utiliza claramente una agenda mediática con noticias falsas o con una información claramente con carácter subjetivo. Y la tercera característica de los medios potencialmente desinformativos es su vinculación, en algún caso, con gobiernos extranjeros y en su no reconocimiento de esa vinculación.

Aquí tenemos dos ejemplos cercanos, son dos fuentes ubicadas en Rusia: Strategic Culture y Geopolítica.ru. Se pueden ver todas estas vulnerabilidades, explicando cómo la traición de la Unión Europea a Italia está provocando la disolución del proyecto de la Unión Europea. En Geopolítica.ru se habla de una posible salida de Alemania de la zona Euro.

Son noticias que no son radicalmente falsas, pero Strategic Culture no informa sobre sus fuentes, no hay una claridad. Es una página en inglés que tiene su servidor en Moscú y no hace público quién es el director ni dónde está su sede. Fomenta todo tipo de noticias conspirativas. Por ejemplo, que el caso de Skripal es un atentado de falsa bandera de la OTAN o que el avión de Malaysia Airlines fue derribado por fuerzas ucranianas. Ha sido una de las principales fuentes de información que dijeron que el virus del Covid 19 fue creado por Estados Unidos en una guerra abierta contra China. Un historial narrativo que lo hace potencialmente malicioso. Vemos cómo utiliza el contexto de la crisis Covid19 para generar una narrativa contra la Unión Europea.

Noticia sobre la salida de Alemania de la UE en Geopolítica.ru

Tenemos el caso de la página web Geopolítica.ru que sí reconoce que está en Rusia, en la que abiertamente se dice que Alemania va a salir de la Unión Europea. Noticias que utilizan una base de verdad -no se las puede acusar de radicalmente falsas- pero sí tienen un contenido potencialmente malicioso.

Otro caso podría ser esta noticia generada en Irán por el canal Hispan Tv, en la que se pone el enfoque en hechos muy minoritarios, como fue que algunos ciudadanos de Italia quemaron banderas de la Unión Europea. Este caso es muy interesante porque esta noticia la pudimos observar en un medio iraní en español. Pero esa narrativa de rechazo de ciudadanos italianos a la bandera la pudimos encontrar en un medio que tiene una agenda que es radicalmente contraria a la que pudiera tener un medio como el de la República Islámica de Irán y que es Voice of Europe, un medio de polarización ideológica que tiene su sede en los Países Bajos.

Es un medio más en la órbita de la extrema derecha antisistema y tiene una narrativa sobre la Unión Europea coincidente con la República Islámica de Irán.

Por ejemplo, aquí tenemos Movimiento Político de Resistencia, una fuente digital que estaría más vinculada a una agenda de extrema izquierda antisistema, en este caso en España. Tiene la misma narrativa que pudimos ver en el medio de la República Islámica de Irán, o en el medio de polarización de extrema derecha antisistema de Europa. Y la misma noticia del rechazo a la bandera europea también la pudimos observar en un medio que estaría más ligado a la derecha alternativa de EEUU, como la Race Foundation.

Vemos cómo una vulnerabilidad política de Europa es aprovechada al mismo tiempo y de la misma manera por fuentes digitales que, en principio, tendrían una agenda muy distinta. Una es propia de la República Islámica de Irán, otra de la extrema derecha en este caso de los Países Bajos, otra de la extrema izquierda en España o de la derecha alternativa en EEUU. Cuatro proyectos políticos antagonistas pero que están utilizando de manera común esta vulnerabilidad.

Otro ejemplo es el fomento de las narrativas “pro-exit”. Democracia Nacional pidiendo expresamente la salida de España en el contexto del Covid19; y un medio de la derecha alternativa de EEUU también favoreciendo el “Ital-exit”. Es decir, medios antagonistas favoreciendo las mismas narrativas.

Narrativas antieuropeas en Hispan TV y en Voice of Europe

El análisis de estas 75 fuentes digitales nos da información sobre la existencia del uso de esta vulnerabilidad en la Unión Europea para generar mensajes antieuropeístas. Tenemos la evidencia de qué tipo de vulnerabilidad están explotando, pero después hemos descubierto indicios de que estas narrativas generadas por estas fuentes digitales mantienen un patrón similar. Hay indicios de una cierta conexión y coordinación entre plataformas aparentemente antagonistas para generar este tipo de narrativas contra la Unión Europea. Haciendo el análisis de las 311 noticias potencialmente maliciosas, hemos visto que solo el 60% son originales y el 40% son redistribución de otro tipo de noticias.

Ahora vamos a ver cómo funcionan estas redes de páginas web potencialmente desinformativas: con mensajes generados por una misma fuente, pero distribuidos por fuentes distintas en diferentes países con el ánimo de segmentar ese mensaje y de hacerlo llegar a diversas audiencias a través de diferentes plataformas.

Por ejemplo, tenemos una noticia generada por Strategic Culture en Rusia hablando sobre cómo el Covid 19 ha roto la fachada de la Unión Europea, publicada al mismo tiempo por un medio que se posiciona dentro de la extrema izquierda antisistema en América Latina como es Vida Latinoamericana. La misma noticia publicada el mismo día. En el otro extremo tenemos en el Europe Reloaded -un medio de la derecha alternativa de EEUU- la publicación del mismo contenido. Un contenido generado por un medio ruso que se distribuye en paralelo a través de la extrema izquierda en América Latina y de la derecha alternativa en Estados Unidos.

El patrón es evidente, se han detectado decenas de casos similares. La noticia “Merkel sobrevivirá al Coronavirus pero la Unión Europea no”. Lo vemos una vez más en Vida Latinoamericana y en toda una red de medios propios de la derecha alternativa de EEUU.

Es curioso porque estos medios mantienen las características que he dicho al principio: tienen muy poca trazabilidad sobre el origen de la fuente, y un ánimo de generar una serie de noticias no radicalmente falsas pero sí con una clara orientación política para generar una maliciosidad contra determinadas instituciones o países.

Las narrativas maliciosas con el Covid19 no sólo se han detectado contra la Unión Europea. Una de las principales narrativas maliciosas que se generaron en esta crisis fue “Who is behind the false pandemia”, una noticia que acusaba a EEUU de haber creado el virus. Se generó en Global Research, pasó a Europe Reloaded y acabó impactando en diferentes medios. En España, tanto en la extrema izquierda como Caos en la red como en páginas del entorno conspiranoico.

Esquema de la difusión de la noticia “Who is behind the false pandemia?”

Otro ejemplo: una noticia que apuntaba el origen del virus como un arma de guerra por parte de EEUU. Es una página web con sede en Rusia y acabó impactando tanto en la derecha alternativa de EEUU como en medios pro iraníes.

Las famosas narrativas de que el 5G creó el virus. Estas narrativas se crearon a través de la derecha alternativa de EEUU e impactaron en España a través de páginas web o fuentes digitales maliciosas propias del mundo de la conspiración. Pero también fueron redifundidas a través de medios pro rusos como Sputnik. Son toda una serie de fuentes digitales vinculadas a otros países o a medios de polarización que van difundiendo narrativas.

Conclusión del estudio

El análisis de estas 75 fuentes digitales y estos 311 contenidos antieuropeos a través de fuentes potencialmente maliciosas nos lleva a concluir que sí existen indicios suficientes para pensar que hay plataformas digitales que están utilizando el Covid19 para erosionar el proyecto de la Unión Europea. Están utilizando las vulnerabilidades propias dentro de la Unión -vulnerabilidades orgánicas que se dan dentro de una crisis política- para fomentarlas. Hay indicios para pensar que existe una coordinación entre fuentes digitales maliciosas, en diferentes países y con diferentes agendas, para destruir una institución política que les resulta molesta o que consideran como un adversario, como en este caso la Unión Europea. Estas son las principales conclusiones.

Maite Rico

Un dato llamativo es la confluencia de intereses, de la extrema izquierda –ejemplos de América Latina, España- a la extrema derecha –Países Bajos, EEUU- participan en la desinformación desde polos opuestos del espectro político que tal vez no sean tan opuestos. En este caso el objetivo es Europa. Háblanos de esto. ¿Por qué la Unión Europea?

Javier Lesaca

Mi visión es que Europa representa el proyecto del liberalismo, es el proyecto político que mejor representa en el mundo la evolución del estado moderno y de la ilustración. El estado moderno y el mundo ilustrado en su faceta política siempre ha generado muchas reacciones, desde el fascismo al comunismo y una serie de movimientos políticos e ideológicos antiliberales que han sido reaccionarios hacia la modernidad y hacia Europa. Esta reacción se ha visto desde el nacimiento de los romanticismos, de los nacionalismos, en el contexto de las crisis de las dos guerras mundiales, pero se está viendo de nuevo ahora.

Hay un movimiento antieuropeo antiliberal muy potente. Desde mi punto de vista, patrocinado por países y por agentes extranjeros que consideran a la Unión Europea no solamente como un rival político sino como un rival ideológico. Va en el mismo pack: atacar a la Unión Europea por el riesgo político o económico que representa pero también por su simbolismo ideológico.

Creo que actualmente es molesto para otro tipo de proyectos políticos que están en liza en este mundo. Como decía precisamente Borrell, de esa bipolaridad a esta multipolaridad caótica en la que todo se está reorganizando. Creo que el objetivo político a batir es la Unión Europea, el proyecto de política liberal.

Maite Rico

Maite Pagaza, en tu actividad parlamentaria has trabajado mucho en el tema de la desinformación. ¿Crees que estas actividades maliciosas son una amenaza real para la supervivencia de la Unión Europea, para la democracia? Y enlazo con una pregunta que nos envía Peter Fieldman: ¿qué quieres decir cuando señalas que la desinformación en torno a la pandemia amenaza el desarrollo del pluralismo ideológico?

Maite Pagaza

El corazón del estado de derecho democrático es el pluralismo ideológico. Esto significa que, dentro de la ley, se enfrentan políticamente sin maniqueísmo, buenos, malos, traidores, no traidores, no es como en la serie Juego de Tronos.

Existe un espacio con las mismas narrativas antieuropeas que coinciden en que el estado de derecho democrático es el enemigo a eliminar e Internet se ha convertido en el espacio principal de batalla. ¿Potencialmente tiene riesgo contra nuestras democracias? Sí, si no lo sabemos ver, si no ordenamos el campo de juego. Se creía que un internet absolutamente libre, sería el mundo perfecto y hemos visto que no. No podemos consentir en el mundo online lo que es delito en el mundo offline. Si no cuidamos el estado democrático, se convierte en una selva, bajo la ley del más fuerte, donde el que más grita tiene preponderancia y el resto se retira. Ese tipo de dinámicas van intoxicando las mentes. Hay una verdadera creación de discursos de odio, de discursos contrarios a otras maneras de ver, en esas comunidades que se están organizando en internet, pero las fuentes de las que se nutren son fuentes como las que ha contado Javier Lesaca. Tenemos que tener la foto completa para entender que efectivamente tenemos vulnerabilidades -algunas de injerencia extranjera y otras internas-.

¿Cual es la cuestión? Europa significa valores e intereses. Nosotros somos la primera potencia comercial del mundo. En un mundo en el que la crisis del Covid ha acelerado tendencias de convulsión, aquellos que tienen interés en que seamos débiles intenten introducir, a través de esos elementos de vulnerabilidad, desinformación maliciosa para ver si reventamos. Es tan sencillo como eso. Tenemos que entender este momento y fomentar que el pluralismo ideológico siga existiendo, que no veamos a quien piensa distinto como un enemigo a batir con discursos de odio, con hostilidad y violencia ideológica, porque eso finalmente trae otro tipo de violencias.

Tenemos que entender el tiempo, tenemos que entender las amenazas y yo creo que tenemos que trabajar para una democracia militante -lo digo así con todas las letras- y sostenible, un ecosistema limpio donde se pueda convivir.

Maite Rico

¿Existe algún patrón común en estas narrativas desinformadoras? Lo digo porque hemos visto estrategias de desinformación prácticamente en todos los acontecimientos internacionales recientes. Desde la guerra de Siria, la agresión rusa a Ucrania, las elecciones en EEUU, el Brexit, Cataluña, ahora la Covid. ¿Hay patrones comunes en esas intervenciones? ¿Puede hablarse de actores comunes y quiénes son?

Javier Lesaca

Sí, los patrones comunes son evidentes. La desinformación la generan fuentes digitales de escasa trazabilidad o que tienen vinculación directa con países extranjeros, pero no lo hacen de manera explícita. Todavía hay muchísimos ciudadanos en América Latina que no saben que HispanTV es un medio del gobierno de la República Islámica de Irán y la acaban consumiendo. Por ejemplo, muchos ciudadanos que no saben que RT es Russia Today.

Hay un punto de maliciosidad en todo esto. A mí me preocupa mucho más una serie de fuentes digitales, como Strategic Culture o Europe Reloaded. Los ciudadanos comparten sus enlaces pero en realidad no saben dónde está el origen, quién está detrás. Una es una página web creada en Moscú y la otra es una página web de la derecha alternativa de EEUU, que está ligada a todo el movimiento de la conspiración y a un movimiento anti liberal muy fuerte en EEUU y tiene una agenda muy similar a la de Rusia.

Los patrones serían: fuentes de escasa trazabilidad, con un componente anti liberal muy fuerte y con unas narrativas comunes que son siempre las mismas. Esta es mi experiencia después de analizar más de 400 fuentes potencialmente desinformativas en todo el mundo.

Por un lado, todo tipo de narrativas anticientíficas (los extraterrestres, los anti vacunas). Las narrativas anticientíficas son claves en el momento en el que se rompe la confianza de los ciudadanos en la ciencia — que es la base de la ilustración y del pensamiento racional-. Es como si se rompe un pantano y se lo lleva todo por delante. Todo vale.

Después, serían todo tipo de narrativas basadas en romper la confianza con las instituciones modernas tanto nacionales, -a través de todas las redes de conspiración, redes de pederastia en los gobiernos, desde Pizzagate al caso Bar España, sobre abusos policiales, sobre manipulación de elecciones- como instituciones multilaterales -Naciones Unidas, la OTAN, la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional. También hay narrativas para romper la confianza en el modelo económico y el sistema capitalista. Y las narrativas para romper la confianza en los medios de comunicación tradicionales: todo tipo de narrativas que hablan de que los medios están comprados, de los grupos de poder, de los periodistas a sueldo. También una serie de narrativas de creación de enemigos externos, que puede ser una narrativa muy común a todas estas plataformas. Un ejemplo súper claro sería el pensamiento antisemita. Todos los mensajes anti Soros tienen una profunda narrativa antisemita.

Narrativas pensadas para romper la cohesión social: homófobas, misóginas, anticatólicas, de islamofobia, xenófobas, que promueven cualquier tipo de movimiento identitario, tanto sea secesionista como nacionalista. Toda la gama de narrativas que sustentan el contrato social de una democracia liberal. Eso sería la narrativa común de todo este tipo de plataformas.

Maite Rico

¿Y los actores? Rusia parece estar claramente detrás de todas estas informaciones en múltiples ocasiones. No es nuevo, porque ya en la Guerra Fría la Unión Soviética era un elemento de desinformación constante. ¿Qué otros actores se pueden señalar?

Javier Lesaca

Yo no quiero señalar a países de manera directa, porque tampoco tengo la evidencia. Te puedo probar que hay páginas que están basadas en Moscú pero no te puedo decir que las páginas están vinculadas al Gobierno de Rusia, pueden ser con cualquier ciudadano. Diría que son movimientos políticos anti liberales. En este caso, estarían cerca el actual movimiento del nacionalismo ruso, la derecha alternativa de EEUU, movimientos independentistas en Europa, o movimientos como los de Irán o Venezuela que tienen una clara genética anti liberal. Hay una serie de movimientos políticos aparentemente antagonistas pero que tienen enemigos comunes o que convergen en una clara narrativa contra la Unión Europea y la democracia liberal.

Maite Rico

Maite, ¿qué está haciendo y qué puede hacer el Parlamento Europeo? Y enlazo esta pregunta con otra que nos envía Diego Ortega sobre el informe del European Council of Foreign Relations que analiza cómo ha afectado la pandemia y cómo ha cambiado las percepciones de la sociedad respecto a países y organizaciones. Para compartir esas percepciones, ellos han creado el European Solidarity Tracker. ¿La Unión Europea ha pensado crear algún tipo de herramientas para reaccionar ante estas narrativas? Nos has hablado de una comisión que se va a crear en el Parlamento, has hablado también de Josep Borrell -el jefe de la diplomacia comunitaria- que ha encargado un informe y está tomando iniciativas. ¿Qué puede hacer la Unión Europea frente a estas amenazas?

Maite Pagaza

Las instituciones europeas generaron el Código Voluntario para Plataformas en 2018 porque empezaron a preocuparse intensamente sobre los riesgos que tenían los fenómenos de desinformación. Pero ahora estamos a punto de revisarlo porque desde 2018 hasta ahora ha habido una mutación en la generación industrial de desinformación. El código queda corto para la forma sofisticada de creación maliciosa de narrativas que pueden ser peligrosas y pueden depredar el corazón del sistema democrático. Lo primero que tenemos que hacer es entender lo que sucede, poner el foco, poner transparencia, poner claridad, entender los mecanismos. Una nueva Ilustración de reglas de juego limpias.

¿Qué vamos a hacer en el Parlamento Europeo ahora mismo? Generar una comisión especial sobre la desinformación durante un año. Así, vamos a poder escuchar a expertos, analizar todo tipo de cuestiones y canalizar de forma racional los problemas de nuestro tiempo histórico. Lo que sí sabemos es que cuando las instituciones lideran, dan buenas soluciones y miran cara a cara a los problemas, la gente tiene mayor confianza y se mantiene el contrato social que nos une en democracias. Democracias representativas que necesitan líderes que asuman los problemas y no se escondan detrás de la sentimentalidad que ahora existe también mucho en la opinión pública y que oculta una postura muy irresponsable que escapa de ejercer el liderazgo.

Maite Rico

Las narrativas de desinformación también se basan efectivamente en fallos de origen. En este caso, ¿qué hace la Eurocámara para reducir las tensiones centrífugas? Antes de entrar en paralelo de lleno en la lucha contra la desinformación sí hay que intentar paliar esas brechas que se están generando en la Unión Europea…

Maite Pagaza

En el momento crítico de la pandemia la mayoría de los diputados están en los distintos países europeos. Debíamos seguir adelante con el Parlamento Europeo y lo hemos conseguido. Hemos tenido que renunciar a agenda secundaria, nos hemos tenido que centrar en la crisis que estamos viviendo desde el punto de vista de la salud pública y desde el punto de vista sociopolítico.

Las instituciones están funcionando y el Parlamento Europeo ha liderado ese discurso para no dejar a nadie atrás y activar la economía europea. Con sus más y sus menos y con sus dialécticas internas, el Parlamento Europeo ha liderado ese discurso, ha ayudado a la Comisión Europea a sacar fondos que no estaban utilizados para poder activarlos en este momento y poner millones de euros rápidamente en funcionamiento o para proponer a la Comisión Europea un gran plan de activación económica de toda Europa. Eso es liderazgo. Nos podíamos haber quedado en casa, todos bloqueados y pensando sólo en clave nacional.

Geoestratégicamente los países somos demasiado pequeños, solos no vamos a ningún lado, solos no defendemos nuestros intereses ni los de las generaciones futuras y desde luego tampoco defendemos este sistema que da estabilidad a todo el mundo que es la democracia. La democracia europea da estabilidad en la geoestrategia mundial, en un momento convulso es más importante que nunca.

Hemos tenido muchas discusiones dentro de los grupos políticos porque no todo el mundo veía los problemas de la misma manera. Los del sur -los mediterráneos- hemos sido tremendamente activos para que los del norte vieran la solidaridad como una necesidad y una oportunidad.

Maite Rico

¿Hay alguna forma de combatir la desinformación que no pase por la censura? Hemos visto la censura en las plataformas, los intentos de creación de ministerios de la verdad, la tentación de los gobiernos por regular la información. Recuerdo aquí la pregunta reciente que metió Félix Tezanos en una de las encuestas del CIS sobre si habría que prohibir la difusión de bulos y remitir toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales. ¿Cómo se puede combatir la desinformación sin perder la libertad? Y enlazo con una pregunta que nos hace Lorena Tomás: ¿Qué pueden hacer los partidos políticos liberales para revertir este fenómeno de la desinformación?

Maite Pagaza

Desde luego no necesitamos ningún ministerio de la verdad. Uno de los mecanismos que tienen los estados de derecho democráticos son los “checks and balances”, la necesidad de equilibrarse mutuamente los poderes para que la corrupción -cuando se da- se pueda detectar y se pueda eliminar. Para que las informaciones o la opinión pública puedan funcionar con un amplio respeto a los derechos fundamentales y a la libertad de expresión y a la libertad de información. Lo que tenemos es que saber y existen algoritmos que son capaces de detectar prácticas maliciosas. Del mismo modo que existen algoritmos para las prácticas maliciosas, está empezando a ver un trabajo de investigación interesante para detectarlas.

No podemos permitirnos ir por detrás de esas formas de desinformación bárbaras pero modernas desde el punto de vista tecnológico. Bárbaras porque llevan a esos tiempos del bien y del mal y de la eliminación del que no piensa como yo, a ese discurso de odio que al final lo que trae es odio no sólo en redes sino en el mundo real. Por otra parte, no podemos hacer censura. Tenemos que realizar un gran análisis sobre los límites, de lo que es ilícito o no, de lo que es criticable políticamente o no. Aquello que es criticable políticamente lo que necesita es liderazgo para evitar que el extremismo que puede hacer volar todo el sistema en el que vivimos triunfe.

En el estado de derecho democrático es donde viven nuestros hijos y donde tenemos oportunidades de desarrollo de nuestras libertades y de nuestra vida con mejores condiciones.

Tenemos también que hacer algo nosotros mismos. Tenemos también que ser capaces de poner de moda lo razonable frente al imperio del sentimentalismo, del odio, o las conspiranoias. Tenemos que aportar hechos, transparencia, reglas de juego claras.

Por eso es tan importante, por una parte, que los medios de comunicación puedan tener un ecosistema en el que su producto tenga valor y en el que fuentes con autoridad puedan tener valor también y, por otra parte, que lo que las autoridades regulen sea efectivamente esto. Afectando lo mínimo posible a todo lo que en el siglo XX hemos conseguido. Tenemos que ser capaces de que los derechos fundamentales del siglo XX existan en el siglo XXI, en este mundo tecnológico distinto, con un paradigma distinto. Ser espabilados y trabajar bien.

Maite Rico

En relación con los medios de comunicación y la desinformación quería haceros una pregunta, ¿cómo evaluáis la acción de los verificadores o de los fact checkers? En España ha habido señalamientos y una polémica reciente con las dos principales que son Maldita y Neutral. Se ha discutido el sesgo ideológico, la posición de monopolio y se cuestiona la imparcialidad y el conflicto de intereses. Uno de ellos está vinculado a un medio de comunicación y se erige como supervisor del trabajo de otros medios y el otro ha recibido financiación del gobierno… ¿Quién debe crear esos verificadores?

Maite Pagaza

Ésta es una de las grandes cuestiones que ahora mismo tenemos sobre la mesa. De hecho, el Instituto de Estudios Estratégicos ha publicado un estudio sobre las agencias de verificación de noticias en España. Su conclusión: deben ser neutrales y deben parecerlo como la mujer del César. Es muy importante la neutralidad, transparencia, objetividad y percepción social de que es así. Más allá de eso, hay cuatro agencias de verificación relevantes que funcionan en español. Tres son españolas y una no. Una está ligada a EFE, otra a AFP y las dos más conocidas Neutral y Maldita.es. Creo que hay un margen de mejora para la transparencia de financiación –porque van a tener un gran poder en el futuro-, para que no se conviertan en ministerios de la verdad.

Javier Lesaca

Creo que es un trabajo colectivo de muchas instituciones y que nadie sobra. Desde mi punto de vista, yo puedo mentir y no estar desinformando por dos motivos. Uno, porque me equivoco como cualquier ser humano y publico una mentira y eso no es desinformación o porque publico una mentira sin ningún interés político o antisistema. Es una tontería: pero si digo que por culpa del Covid van a cerrar el colegio de mi pueblo y así me libero de ir a clase, es desinformación pero no tiene un interés malicioso. Ir persiguiendo noticias falsas o bulos en internet probablemente no nos guíe a eliminar la desinformación porque hay muchas mentiras y bulos que no son desinformativos.

Maite Rico

Eso es importante, la diferencia entre una mentira y una “fake news” o bulo es que tiene una ¿intencionalidad política, podemos decir?

Javier Lesaca

Al mismo tiempo puedo estar diciendo todo el rato verdades y estar desinformando. Si estoy poniendo la lupa en cada persona de la Unión Europea que publica en sus redes sociales quemando una bandera de la Unión Europea y hago una página sobre cómo ciudadanos europeos están quemando banderas. Probablemente, todo lo que cuente es verdad pero estoy creando una agenda muy determinada a través de una plataforma con un objetivo malicioso. El fact checker podría estar pillando los bulos que no son maliciosos y obviando otro tipo de campañas de comunicación maliciosas que sí que están ligadas a la desinformación. No sé si me estoy explicando bien. Creo que no nos tenemos que centrar solamente en los bulos, porque ni todos los bulos son desinformación ni toda la desinformación está basada en bulos.

Maite Rico

Finalmente hay que apelar al sentido crítico de la propia audiencia, del propio ciudadano. No tanto a la hora de enfrentarse a las redes sociales como a los propios medios de comunicación. En las redes sociales de Maite Pagaza podéis encontrar el informe. Gracias y os animo mucho a seguir esta iniciativa del futuro de España y de Europa que está organizando Maite Pagaza y que es vital en estos tiempos tan inciertos para nuestras propias libertades.

FICHA INFORMATIVA

Título del webinar: “El futuro de España y de Europa II. Narrativas para romper Europa en la crisis del COVID19”

Autor del informe: Javier Lesaca, profesor de la Universidad de Columbia (EEUU)

Moderadora del webinar: Maite Rico, periodista.

Organizadora: Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de UPYD en la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, Renew Europe.

--

--

Maite Pagaza
Maite Pagaza

Written by Maite Pagaza

Oficina de Maite Pagazaurtundúa en el Parlamento Europeo

No responses yet