Exposición “Joxeba Pagaza: Un grito de Libertad” en Logroño

Discurso de Maite Pagaza en el acto inaugural 14.Nov.23

Maite Pagaza
6 min readNov 14, 2023

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Gracias a todos,

Como familia nos sentimos incluso abrumados

La familia de Joxeba es consciente de lo trabajoso que resulta coordinar a fundaciones e instituciones públicas. Por eso muy especialmente nuestro agradecimiento de todo corazón a todos los que han hecho posible esta exposición. Desde Javier Balmaseda, quien concibió los contenidos de la exposición y no puede estar hoy aquí para realizar la visita guiada, a todos sus responsables, así como la Asociación Riojana de Víctimas, por su desvelo.

“Joxeba Pagaza. Un grito de libertad” llega a Logroño después de su estancia en la sede del Centro Memorial de Vitoria.

Que La Rioja acoja esta exposición lanza un poderoso mensaje. A Joxeba lo asesinaron en el País Vasco, pero su familia, como tantas otras familias, tuvo que escapar de aquel infierno y buscar refugio en un lugar donde no nos hicieran más daño. La Rioja nos acogió y nos protegió, lo sigue haciendo. Aquí llegamos devastados y aquí hemos echado raíces y han nacido los nietos de Joxeba y Estíbaliz que él no ha podido conocer.

La Rioja es la tierra que devolvió la dignidad humana destrozada a nuestra familia.

En esta exposición se habla de una estrategia gigantesca de depredación del Estado de Derecho y de todas sus libertades desde Andoain. El municipio donde asesinaron a Joxeba, donde era jefe de la policía local, sirve para entender cómo fue la estrategia de amedrentamiento masiva en el País Vasco y buena parte de Navarra.

Son sus palabras las que nos servirán de guía. Su lucidez y compromiso ante lo que podía desplomar la democracia. Su denuncia a la miopía de quienes lo mandaron al matadero. En su conjunto la exposición muestra un tiempo extraordinariamente difícil y refleja su valentía y la de tantos héroes anónimos. Se muestra, también desde su testimonio íntimo, a un ser humano que sabía que lo iban a asesinar y nos animó a todos a resistir, aunque no era ajeno a la certeza terrible de lo que le esperaba, ni al dolor de saber que no vería crecer a sus hijos. Los héroes no son las personas inconscientes, no. Los héroes son los que siendo conscientes, piensan en los demás y en el deber colectivo. En España ha habido muchos héroes contra corriente.

Es un hecho que cada una de las medidas que funcionaron eficazmente contra el totalitarismo de ETA fueron criticadas por una parte de la sociedad que nos decía que era mejor pactar, normalizar, pacificar. Así fue con las extradiciones en los años ochenta, o con las modificaciones en el Código Penal en los noventa y más adelante para evitar la tarifa plana a los asesinos múltiples, o el pacto anti-terrorista, la Ley de Partidos, o la ilegalización de EHBildu en el año 2003. Tampoco fue bien vista por los mismos la actividad de colectivos como “Basta Ya!”, o el compromiso constitucionalista de profesores y columnistas. Cuanto más eficaz iba a resultar algo, más lo criticaron los nacionalistas en el poder y los que tenían miedo o ganas de no complicarse la vida. Durante décadas tuvimos que argumentar frente a las falsas salidas impulsadas por los tibios, los interesados, los cobardes. Argumentamos a favor de que la ley prevaleciera y no el chantaje, por muy a plazos que fuera el pago.

Los que se enfrentaron a cada medida que resultó eficaz no habían leído a Machado en su “Juan de Mairena” sobre los pacifistas a ultranza y cómo eso lleva indefectiblemente al triunfo de los indeseables o de los violentos.

El de Joxeba fue un asesinato “sectario, con el que ETA quiso silenciar a una parte de la población, acallando la voz de sus líderes políticos y representantes sociales”, dijo Florencio Domínguez y ha recordado el Presidente de la Fundación de Víctimas.

En efecto, y al valorar el pasado y el presente, nos gustaría subrayar que las víctimas del terrorismo en España no se han vengado y han ayudado a dar respuestas democráticas impecables a las distintas formas de terrorismo, evitando una espiral de odio y de sangre. En consecuencia, se les debe a ellas y a la sociedad española en su conjunto, un estándar de alta calidad que imposibilite la impunidad en lo referente a la justicia y a la verdad, también en el tiempo del posterrorismo, porque de la elección de las prioridades todavía hoy dependerá la calidad de nuestro legado. Lo que transmitamos a los jóvenes marcará la forma en que gobernarán ellos, su sentido del deber o su ausencia de él. Se puede tapar cualquier cosa hoy en día, sí, pero no dejaría de ser un tongo.

Miren, nuestra familia cree que el factor más importante en cualquier conflicto es la calidad de nuestra posición moral y política. Lo que enseñan las reivindicaciones de Joxeba Pagaza que verán en esta exposición es tan sencillo como reivindicar la libertad frente al espejismo de la tranquilidad, la justicia frente a la impunidad, la verdad frente a la mentira , la igualdad frente al privilegio, y el pluralismo político frente al tabú. El tabú específico de la autocensura sobre ciertos temas identitarios o políticos para no molestar.

Señorías, las grandes cuestiones que afectan a la estructura ética y política de nuestra sociedad no deberían desarrollarse en clave de lo táctico, del interés personal o del corto plazo. Nuestra madre lo dijo hace casi veinte años y lo sintetizamos con el debido respeto institucional.

Queremos añadir tres cosas más, porque hemos tenido mucho tiempo para pensar desde 1995, cuando supimos que Joxeba se había salvado de un atentado inminente. Hemos pensado muchísimo en las trampas del lenguaje que desarrollaba Otegi y su mundo en estos casi treinta años.

Ya en 1997 indicaba -como Humpty Dumpty en “Alicia al otro lado del espejo”- que los que entonces eran considerados terroristas, tal vez no lo serían más adelante, que dependería de quién ganara la batalla política. Pensamiento estratégico sin escrúpulos, pero pensamiento estratégico que no tiene otro objetivo que llegar al poder desde el blanqueamiento, y de ahí a la completa reescritura de la historia.

La segunda. Nuestra familia, que tanto tiempo ha tenido de analizar descarnadamente el transcurso de la vida política, quiere indicarles que el pensamiento estratégico supone pensar en las consecuencias futuras de las decisiones de cada momento. Se suele confundir con la sucesión de decisiones tomadas de forma electoral, para el corto plazo. Es justamente la ventaja de los de Otegi, y de los nacionalistas en general.

La tercera y última. El motivo del asesinato, de los asesinatos, de los atentados, de la coacción generalizada, no fue privado. Si los herederos políticos de los terroristas de ETA ocupan una parte clave de su agenda en el lobismo de los presos, la reivindicación de la no impunidad debería ser también pública y clave. La reivindicación, que no la retórica.

Ni una sola vez EHBildu ha condenado el terrorismo cabalmente. La última oportunidad que tuvo fue en Vitoria-Gasteiz tras los actos vandálicos y de odio contra la tumba de Fernando Buesa, con pintura y heces.

Hay actos de homenaje a etarras por haberlo sido. Cada día, con niños. No todo es susceptible de sanción penal, civil o administrativa. Pero no causa escándalo. Y el blanqueamiento y políticas laxas en el cumplimiento de las penas está posiblemente en pactos no mostrados a los españoles.

Tenemos el deber de recordar.

Tenemos el deber de que se refleje la historia.

Tenemos el deber de que la mayoría de los jóvenes se enteren de lo que significó este tiempo terrible y los espejismos de las salidas fáciles y falsas.

Tenemos el deber de que, por pereza o un interés secundario los asesinos y su entorno no ganen lo que denominaban la batalla política y reescriban la historia. Y las mentiras se conviertan en ley.

Por tanta buena gente, tenemos el deber de no bajar los brazos.

Agradezco, en nombre de nuestra familia, una vez más, esta exposición que rinde homenaje a cada víctima y nos alerta de cómo puede llegar a degradarse una comunidad.

En euskera, nuestra madre, nuestra abuela y nuestra bisabuela decían: “Gaizki esanak barkatu, ongi esanak, kontutan hartu”. En traducción libre vendría a ser: “Perdonen lo que hayamos dicho mal, tengan en cuenta lo que sea justo y bien apuntado”.

Muchas gracias,

Logroño, 14 de noviembre de 2023

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Maite Pagaza

Oficina de Maite Pagazaurtundúa en el Parlamento Europeo